miércoles, 6 de abril de 2011

Corriger les erreurs.

Volví a fumar y dejé de comer carbohidratos. Aprendí a mentir un poco mejor y a planchar camisas. Cocinar todavía no sé pero agregué unos imanes a la heladera con algunos números útiles por si tengo hambre. Me regalaron un perro al cual saco todos los días a pasear a las cuatro de la tarde en punto. En realidad las cosas no cambiaron nada, yo sigo siendo la misma. Ahora tal vez sonrío un poco menos. Si me preguntas si soy feliz te diría como la primera vez que me lo preguntaste, que no; es que sigo sin creer en la felicidad eterna. Pero cuidado que tengo buenas noticias: hoy fui feliz por aproximadamente diecisiete minutos y medio y adivina qué: sobreviví.

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